No es vanguardia

La Hermandad Pictórica Aragonesa

28/01/74. (Sala 017)

Los dos artistas que realizan esta instalación son hermanos y trabajan mano a mano sus obras, firmándolas hasta esta ocasión con sus dos nombres y apellidos: Ángel y Vicente Pascual-Rodrigo. Titulan esta instalación con una ocurrencia que a partir de esta ocasión se convertirá en su firma: «la hermandad pictórica aragonesa».

Para la instalación se forran las paredes de la sala con papel de estaño. De ellas cuelgan obras realizadas sobre tela, tabla o papel. Desde el techo hasta el contorno de las paredes cuelga un gran «tul ilusión» teñido de azul. Se han colocado dos bancos de calle pintados de blanco. Se oye continuamente una locución irónica en castellano, catalán e inglés.

El centro de la sala está poblado de siluetas de madera prensada, recortada y pintada, apoyadas en el suelo y sostenidas por hilos que cuelgan del techo. Por detrás están pintadas en diversos colores planos que componen un conjunto abstracto y muestran pintado el título de cada pieza, cuelga una gran etiqueta identificativa de mercancía. Uno de los tableros es un saco de dormir, está plano en el suelo y lleva ruedas, para que el espectador pueda moverlo por la sala. También sujetas por hilos, están separadas de la pared 24 tablas rectangulares que forman un mosaico con la narración secuencial de una historieta surrealista.

Aparecen personajes como Louis Armstrong​​, Onassis, Bob Dylan, Batman, Kafka, Janis Joplin, Raquel Meller, Sofía Loren, la duquesa de Windsor… un conjunto de figuras recortadas a tamaño natural representan la primera vacunación en Barcelona con vaca y todo… un niño vestido de comunión que vuela, toreros, bailaoras, un vendedor de periódicos… un monumento con unas niñas llevando un carro con un huevo gigantesco del que surge la cabeza de un hombre hablando por teléfono, nubes, hiervas, flores de plástico groseras y otros elementos kitsch… una gigantesca mosca sobre una cortina aparentemente sucia que tapa la ventana izquierda… en la ventana derecha un gigantesco San Antonio en 3D, que se mira por las gafas bicolores de una pareja recortada de lagarteranos… una gran cama real con una prostituta en el cabezal y un señor sentado en ella con sombrero fuma un puro y mira al espectador con lascividad mortecina…